26 janeiro 2013


Dijo bailame como quien pide un beso
Bailame
Tenía esas cosas esa mujer
Un modo particular de ensamblar las palabras
Tal vez por su condición de extranjera
E hirió el lenguaje y acercó beso y baile
Con la impunidad con la que un niño
Le hace volar la cabeza a un animal indefenso
Tenía cosas esa mujer
Un aire a otro lugar
Una amarra suelta
Un aleteo, un despegue
Y me quitó la respuesta
Mezcla de sonrisa y convincente meneo de cabeza
Con la que siempre esquivé el embarazoso momento
De ver disolverse en los movimientos rotos de mi cadera
Ese no sé qué de interesante que creemos tener los que ni nos acercamos a la pista
Bailame
Muy cerca de la oreja y con la mirada encendida
Un modo especial de - como todas las mujeres - manipular el pelo
Pero recogiéndolo en bollo a un costado
Y soltándolo de a poco con un solo dedo
La mirada encendida
Por su condición de extranjera
Y porque no acudieron palabras
De un lenguaje que ella hizo desangrar como una gallina sin cuello
La bailé como quien besa



19 janeiro 2013

La silla


Tenés muchos pelos. ¿No te gusta? Es como acostarse con un animal, mientras le acariciaba la piel del hombro, desplazando los pelos demasiadamente largos y gruesos con las yemas aún húmedas de los dedos. Era el rescoldo del sexo, Eros sentado satisfecho en una silla de plástico al pie de la cama deshecha. No le gustaba. Abría aquí una excepción. Lo mimaba como quien mima a un neandertal en el zoológico del tiempo. Lo había visto antes en ocasiones sociales y pese a la admiración que le producía, terminaba siempre absorta en los pelos que asomaban del pecho invadiendo el cuello y la camisa, la barba que aun afeitada se le notaba cerrada y tupida, las cejas espesas y oscuras como el pelo de todo el brazo, los nudillos y hasta el contorno de las orejas. Algunas cosas que desagradan dejan de verse con el tiempo. Detuvo el índice sobre un pelo blanco que brillaba a veces y escapaba a su acecho. Y vuelven a verse luego. ¿En qué pensás? era la pregunta equivocada. En un oso polar venidero. La abrazó con fuerza y la subió sobre su cuerpo inexplicablemente fresco para que dejara de verlo.


09 janeiro 2013

Cabeceira da cama


Cabeceira da cama
uma caixa forrada de azul e violeta
a caneta escreve sozinha
o pedaço de sonho
que de manhã encontro

Um livro espera ser lido
outro por baixo morreu de espera
mas escreveu com pó acumulado
seu contorno no pano do forro

A borracha branca encolheu
de enrolar frases miragens mal escritas
num poema teimosia
que não quer a forma nem os versos que imponho

E o sonho que eu hoje tinha
fugiu à caneta
direi ao analista na terça o que lembro
que vomitava azul
como a tinta
como a caixa mesa cabeceira
que vigila no escuro meu sono de embusteiro ou de poeta

Cabeceira da cama
caixa moradia
de uma aranha que escreve com linhas brancas
um apanhador de sonhos para o poema que desejo

Acordo um dia e a vejo
aranha companhia
saco a sandália e disparo certeiro
e acerto em cheio seu sonho de ser poesia